Muchísimos propietarios de Cane Corso y razas medianamente grandes, me han hablado de lo incómodo que es llevar a su perro al veterinario. Algunos perros tienen temor, incluso tiemblan una vez bajan del coche y localizan la puerta del veterinario. Y en el fondo es normal que nuestro amigo actué así, ya que si no socializamos correctamente a nuestro Cane Corso todo será siempre más difícil.

Socializar un perro es una tarea dura pero que nos ahorra muchos problemas futuros, como una simple visita al veterinario. Debemos tener en cuenta que la mayoría de las veces que les bajamos del coche caliente y ruidoso, le subimos a una mesa fría que resbala y llega un desconocido a tocarle, aplicar inyecciones, curas y exploraciones molestas. Muchos perros no les gusta ir al veterinario.

Con lo cual es importante conocer y practicar estos consejos habitualmente, desde la más temprana edad de nuestro cachorro de Cane Corso.

Socialización del perro para las visitas al veterinario

Desde cachorro acostumbraremos a nuestro perro a tener contacto con personas nuevas y les pediremos que exploren suavemente a nuestro cachorro, incluso pediremos que gentilmente explore su boca unos breves segundos o testículos. Este ejercicio es importante y no debe durar más de un minuto. Recuerda hacerlo gentilmente, placentero y divertido.

También debemos simular visitas al veterinario, pásate con tu cachorro a decir un simple hola, deja salude el veterinario y personal de la clínica, márchate y en la puerta le entregas una golosina. Este ejercicio no debería durar más de 5 minutos, y debemos repetirlo varias veces durante las primeras semanas de vida del cachorro en nuestra casa. Con ello nuestro Cane Corso tendrá un buen recuerdo de su experiencia, será divertida, placentera, fijamos una correcta conducta y actitud hacia ese lugar muchas veces temido.

Seguridad en las visitas al veterinario

Aunque nuestro Cane Corso sea un ángel inofensivo o esté adiestrado, debemos concienciarnos de llevarlo siempre con un bozal, una correa corta y fuerte que permita controlar bien el perro.

Debemos darnos cuenta de cuando se muestra nervioso nuestro Cane Corso al llegar a la clínica, en ocasiones muestra miedo e intenta alejarse. Cuando esto ocurra, debemos tranquilizar al perro con nuestra voz, y si fuera necesario aumentaremos la presión sobre él, debes estar muy alerta y mantener un control estricto del perro.

Socializar el perro para las visitas al veterinario