Se trata de una condición cada vez más común en nuestras mascotas. Se caracteriza por la manifestación de comportamientos no deseados cuando el dueño no está presente. Estas conductas pueden incluir ladridos constantes, quejidos, micciones o defecaciones inapropiadas en lugares como habitaciones, sofás o camas, e incluso daños al mobiliario como morder paredes. Puede manifestarse con un solo tipo de comportamiento o con todos ellos.
Por lo general, estos animales muestran un buen comportamiento cuando el dueño está presente. Este trastorno se debe al fuerte vínculo afectivo que el animal tiene con su dueño. Cuando el dueño no está en casa y el animal se queda solo, comienza a experimentar ansiedad, lo que se traduce en los comportamientos mencionados anteriormente. Incluso antes de que el dueño se vaya, el animal ya comienza a ponerse ansioso, ya que asocia la rutina de preparación del dueño para salir de casa con la inminente soledad. La curación de esta condición es posible, pero el tratamiento se basa en dos aspectos: terapia de reeducación o terapia conductual para el animal, y terapia farmacológica.
La terapia de reeducación es la más importante, ya que en última instancia resolverá el problema. Sin embargo, en muchos casos es beneficioso utilizar medicación para ayudar a los animales a responder mejor a la reeducación y reducir su nivel de ansiedad. Algunos animales están más propensos a desarrollar este tipo de problemas debido a su naturaleza nerviosa, pero en muchas ocasiones es el propio dueño quien, sin darse cuenta, estimula el comportamiento ansioso de su mascota.
Como se mencionó, la terapia suele ser exitosa, pero requiere paciencia y el compromiso firme de todos los miembros de la familia. Por lo general, los resultados no son evidentes hasta uno o dos meses después de iniciar el tratamiento.
TRATAMIENTO PARA EL TRASTORNO DE LA ANSIEDAD POR SEPARACIÓN EN PERROS
TERAPIA CONDUCTUAL: El Pilar Fundamental del Tratamiento
La terapia conductual es el elemento principal en el tratamiento de este trastorno. Consiste en reducir la dependencia que el perro muestra hacia su propietario. Para lograr esto, es importante seguir los siguientes principios:
- Ignorar al perro cuando busca activamente atención del propietario.
- Evitar despedirse del animal antes de salir de casa.
- Evitar darle un recibimiento excesivo al llegar a casa.
Esta actitud no deteriora la relación entre el dueño y el perro, pero ayuda a disminuir la dependencia excesiva y permite que el perro tolere la ausencia del propietario sin ansiedad. Aunque puede resultar difícil ignorar al animal, es importante mantenerse firme durante todo el tratamiento para establecer una relación saludable.
Además, es crucial evitar que el perro sepa exactamente cuándo el dueño va a salir. Esto evitará que la ansiedad se manifieste antes de la separación. Algunas estrategias incluyen:
- Confundir al perro realizando acciones como manipular las llaves, abrir y cerrar la puerta o tomar un bolso, pero sin salir de casa. Esto hará que estos estímulos pierdan su asociación con la ansiedad. Una vez que se haya superado este punto, se pueden realizar salidas cortas, aumentando gradualmente su duración.
- Proporcionar suficiente ejercicio físico al perro.
- Dejar juguetes estimulantes al alcance del perro, aunque no sean un componente fundamental del tratamiento.
Es importante destacar que bajo ninguna circunstancia se debe castigar al perro al llegar a casa y encontrar destrozos o eliminaciones inapropiadas. El castigo solo debe ser aplicado en el momento exacto en el que se produce una conducta inapropiada, con el objetivo de evitar su repetición en el futuro. El castigo en este nivel no resolverá el problema y podría complicar aún más la situación.
TERAPIA FARMACOLÓGICA: Complemento a la Terapia Conductual
Al igual que la terapia conductual, la terapia farmacológica debe ser establecida y supervisada por un veterinario. Los medicamentos se utilizan para reducir la ansiedad sin sedar al perro. Sin embargo, estos fármacos por sí solos no constituyen una solución y deben ser utilizados en conjunto con la terapia conductual descrita anteriormente.
PREVENCIÓN DE PROBLEMAS DE ANSIEDAD EN PERROS
Es fundamental tomar medidas preventivas desde el momento en que un cachorro llega a casa. Evitar situaciones que fomenten la «hiperapego» y acostumbrar al perro a quedarse solo gradualmente son aspectos clave. No es recomendable mantener al cachorro acompañado las 24 horas del día, ya que esto dificultará su adaptación a futuras situaciones de separación.
Aunque seguir ciertos consejos en la educación de un cachorro no garantiza que no desarrolle problemas de ansiedad en el futuro, sí ayuda a minimizar los factores predisponentes:
- Evitar despedirse efusivamente del cachorro al salir de casa. Esto transmite intranquilidad asociada a la separación del propietario. Es importante normalizar la separación, ya que es natural que el dueño salga de casa y regrese después de un tiempo.
- No saludar al perro de manera excesiva al entrar en casa. Es mejor esperar a que el perro se calme y luego prestarle atención.
- Buscar ayuda profesional de inmediato si se detecta que el cachorro manifiesta conductas destructivas únicamente durante la ausencia del propietario. Aunque podría no tratarse específicamente de un problema de separación, debido a la gravedad y frecuencia del comportamiento, es importante descartarlo a tiempo.
CONCLUSIÓN
Si sospechas que tu perro puede estar sufriendo de ansiedad por separación, es crucial tomar medidas para abordar el problema lo antes posible. No es algo que desaparezca por sí solo con el tiempo. Tu veterinario puede orientarte en el inicio de una terapia o recomendarte a un especialista. Recuerda que tu perro no es malo ni rencoroso, sino que está experimentando un trastorno que puede ser tratado con un pronóstico favorable si sigues los consejos proporcionados por tu veterinario.